Consejos de prevención:
- No dejes tus discos tirados por casa. Si has terminado de escucharlos guárdalos rápidamente es su funda interior de papel y ésta en la carpeta. Si los dejas a la intemperie muchas motas de polvo se pegarán en él. Además, los últimos LPs que se editan tienen una excesiva electricidad estática que hace que cualquier cosa se quede pegada en los surcos.
- Protege tus discos. Ya hemos comentado en otro artículo que poseer un disco de vinilo es algo más que asegurarte un buen sonido. Tener un LP es además y gracias a las grandes carpetas poder observar los detalles de la portada. No seas merluzo y protégelas con una funda de plástico. Evitarás roturas en las esquinas y las mantendrás como el primer día. Existen diferentes modelos dependiendo de la dureza del plástico.
- Tapa en el tocadiscos. Hay multitud de tocadiscos que no llevan una tapa que los cubra. A mí me parece fundamental para que el plato no coja polvo. Siempre tapado, incluso durante la reproducción.
- Agua y jabón. El método más antiguo, barato y, probablemente eficaz. Haces una mezcla en una palangana con agua tibia y jabón neutro (puedes echar algo de alcohol). Mojas el disco con la mano y lo limpias con un trapo micro-fibras. Limpia con cuidado, aunque los LPs son bastante robustos no son una sartén. Finalmente aclara y pásale un trapo que no deje restos o déjalo al aire. Ten cuidado con la galleta del disco que al ser de papel si la mojas puedes estropearla. Con este método limpiarás el disco en un 90%. Es posible que si tiene mucha suciedad incrustada en el fondo del surco el agua no consiga limpiarlo.
- Cepillo de terciopelo/fibras de carbono. Estos cepillos van bastante bien para quitar la pelusa del disco antes/después de reproducirlo. De esta forma evitamos tener que limpiarlo a fondo. El inconveniente es que es posible que carguemos el disco con algo de electricidad estática.
- Pegamento. Sí, habéis leído bien. Existe un método, lento pero eficaz, que consiste en pringar el disco con cola blanca. Ponemos el disco sobre el reproductor, retiramos la aguja pero dejamos que el disco gire y, mientras lo hace, aplicamos cuidadosamente la cola blanca. Después, con una espátula o similar esparcimos la cola hasta que no quede ningún rastro negro. Finalmente retiraremos la cola cuando esté totalmente seca. Con ella nos llevaremos toda la suciedad del disco, incluso la incrustada en el fondo del surco. Este método, lento pero eficaz, viene muy bien para discos que presentan un estado calamitoso.
- Máquinas específicas. Como no podía ser de otra manera también se venden multitud de máquinas específicas para su limpieza, pero además de resultar caras no limpian mejor que los métodos más artesanos antes comentados.
Y muy importante, para quienes estén empezando a coleccionar vinilos, no apilarlos uno encima de otro. Porque se deforman y a largo plazo te los cargas. Un saludo.
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