29 de agosto de 2012

El poder de la música: cuando se convierte en pasión

Hace unos años me quedé asombrado con un concierto de música clásica que emitieron en La2. Aunque no me interesa mucho ese tipo de música (la respeto enormemente) mi asombro llegó al ver quién era el director de la orquesta. Cuando alguien nos habla de música clásica nuestra mente imagina a unos músicos serios, bien vestidos, concentrados en sus instrumentos, siguiendo las pautas de un director también respetable, mayor, de pelo cano y con cara de mala hostia. En este caso el arquetipo de director de orquesta no se correspondía a lo que la mayoría nos imaginamos.

Fábula sobre la mierda